
07 de junio de 2019
La felicidad, para Nivín Alkolayb, tiene forma de balón. Su gran pasión es el fútbol y en torno a este deporte gira su vida desde que dio los primeros pasos. “Después del colegio, dejaba la cartera en casa y salía a buscar a los chicos del vecindario para jugar a fútbol. También participaba en otros juegos con las chicas, pero con menos entusiasmo”, recuerda esta palestina de 35 años con una sonrisa traviesa.