Por Luz Gómez García
A la entrada del campo de refugiados al-Dahicha, un enorme grafiti con el rostro y una frase del escritor Gasán Kanafani da la bienvenida: «No cejaré hasta que siembre en la tierra mi paraíso», Si se pregunta por su significado a Muhámmad Mustafa Fararya, un joven nacido en este campamento de las afueras de Belén y recién licenciado en Económicas por la Universidad de al-Quds, asevera que leer a Kanafani es una obligación ineludible para quien se considere parte de al-Dahicha, En la otra entrada -o salida- del campamento, el Centro Cultural Ibdá («Creatividad») y un torniquete, ahora en desuso, recuerdan la historia de al-Dahicha.
2008_Seguridad_Humana_Por_que_cultura_P